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La sátira de HBO, Mountainhead: Multimillonarios tecnológicos en motos de nieve mientras el mundo arde

El último proyecto del creador de Succession disecciona con gran fervor los egos de los superricos.

Foto: Max

Jesse Armstrong, el padre de la serie de culto Succession, regresa con un nuevo proyecto: Mountainhead, una bomba satírica que se atreve a mirar el núcleo de la decadencia, la apatía y la banalidad del 1% más rico de la humanidad. Protagonizada por: Steve Carell como un multimillonario autosuficiente en medio de una crisis global, pero no te preocupes, las motos de nieve todavía funcionan.

Bienvenido a un mundo donde cuatro multimillonarios tecnológicos escapan de la realidad a un lujoso refugio en la montaña antes de que esa realidad se cuele violentamente a través de su ventana, literal y metafóricamente. Cabeza de montañaLa última película original de HBO, que se estrena el 31 de mayo en Max, presenta una sucesión temática Sucesiones, pero con un giro ligeramente más apocalíptico.

La película Mountainhead está dirigida y coescrita por Jesse Armstrong, un autor que ya ha Sucesión pintó brillantemente la imagen de imperios construidos sobre el cinismo y el vacío emocional. Esta vez, el espíritu de la época se refleja aún más en la película: cuatro amigos, que juntos tienen más dinero que el 60 por ciento de la población mundial, se reúnen para disfrutar de unas vacaciones en la nieve, unas vacaciones durante las cuales el orden global empieza a desmoronarse. ¿Pero quién se preocuparía? El póquer está en marcha, el whisky fluye y el ego florece.

Un elenco que clama por oro

Steve Carell interpreta a Bill, el líder del clan que es parte Mark Zuckerberg, parte Logan Roy, parte versión masculina de Gwyneth Paltrow con una obsesión con el biohacking. A él se une Jason Schwartzman como un budista tecnológico, Cory Michael Smith (conocido por la serie Ciudad Gótica) como un visionario silenciosamente manipulador y Ramy Youssef como el multimillonario más joven y aún moralmente fracturado del equipo.

Foto: Max

El personaje de Schwartzman cita ocasionalmente a Nietzsche y luego exige que le preparen una caldo de huesos batidos. Youssef, sin embargo, busca constantemente una señal, no para su teléfono móvil, sino para su brújula interna. La ironía es tan espesa como la capa de nieve en Colorado, donde se filmó la mayor parte de la película.

La riqueza como vacío espiritual

Armstrong una vez más no teme a la complejidad moral de sus personajes. Ninguno de ellos es un villano caricaturizado, pero tampoco es verdaderamente bueno. Es precisamente esta zona gris la que da alma a la película. Durante una partida de póquer, se revela que uno de ellos puede haber desencadenado una reacción en cadena que ha desplomado los mercados mundiales. A alguien más le parece esto bastante divertido. El tercero es considerar cómo convertir la situación en un NFT.

Mountainhead no es lineal, sino fragmentado: Armstrong utiliza técnicas de la narrativa posmoderna, incluida la edición no lineal, saltos repentinos al futuro e incluso momentos en los que los personajes parecen conscientes de su propia ficción. Es una metáfora del aislamiento de una élite que puede permitirse ignorar el colapso del mundo. No sólo literalmente, sino también narrativamente.

Producción

Los productores de la película son David Bernad (El loto blanco), Will Ferrell (sí, ese Will Ferrell) y Adam McKay, con quien Armstrong había trabajado previamente en Sucesiones. La influencia de McKay es evidente: desde el dinamismo visual hasta la crítica aguda, casi documental.

La película se rodó en el invernal Colorado y el diseño de escenario fue de Eva Stewart (Los Miserables, El discurso del rey), que construyó el lujo congelado con la precisión de una guarida de Bond. Cada detalle grita: "Aquí vive un hombre que puede permitirse el lujo de no entender el mundo".

¿Por qué será importante esta película?

HBO ya tiene Sucesión Resultó ser un hogar para una crítica sofisticada pero accesible de la distopía capitalista. Cabeza de montaña continúa esta serie y añade una dimensión de responsabilidad colectiva y la pregunta: si el mundo está realmente en llamas, ¿quién sostiene el encendedor?

Se espera que tras su estreno el 31 de mayo, la película provoque una ola de debates, desde Twitter (lo siento, Xa) hasta el ámbito académico. Algunos medios ya informan sobre preestrenos internos, donde se escuchó: "Es como si 'Don't Look Up' y 'The Menu' tuvieran un hijo del amor que asistía a terapia con Armando Iannucci".

Conclusión:

Cabeza de montaña es una película sobre el tiempo: sobre el presente que pretende ser el futuro y sobre el futuro que probablemente ya nos estamos perdiendo. En un mundo donde algunos lo tienen todo y otros ni siquiera tienen calcetines abrigados, Armstrong demuestra que la diferencia no está sólo en los medios, sino en la perspectiva. Y aunque la película está imbuida de ingenio, detrás de ella se esconde una fría verdad: los ricos sobrevivirán al invierno. ¿Pero se darán cuenta siquiera de que estaba allí? ¡Míralo en MAX! 

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