Algunos son pájaros nocturnos, otros son madrugadores. A pesar de las diferencias en los hábitos de sueño, las parejas intentan adaptarse el uno al otro. ¿Por qué no lo harían si se aman y se respetan?
Los expertos llegaron a algunas ideas interesantes cuando estudiaron parejas que se acuestan a la misma hora y aquellas que se acuestan a diferentes horas.
Los resultados los sorprendieron.
Hablar y acurrucarse puede convertirse en parte de su rutina diaria.
Toda pareja quiere y anhela abrazarse y tener una conversación suave y tranquila con su ser querido. Pero, ¿cuántas personas realmente se toman el tiempo para hacer esto?
Dormir a la misma hora te da abrazos diarios e incluso algo de tiempo extra para hablar sobre tu día. La ciencia dice que abrazar libera el neurotransmisor oxitocina en el cuerpo. Esto te ayuda a acercarte a tu pareja y a sentirte más conectado con ella.
Puede resolver problemas y discusiones.
A veces, las cosas más pequeñas pueden convertirse en una discusión, y si te abstienes de resolverlas por mucho tiempo, solo se esconderán, reprimirán y te dejarán de mal humor.
Pero cuando te acuestas a la misma hora que tu pareja, tendrás la oportunidad de hablar de esas pequeñas peleas y problemas.
Te ayuda a sincronizar con tu pareja
Os será más fácil adaptaros el uno al otro y os sentiréis más relajados. También evitarás despertarte innecesariamente cuando tu pareja se acuesta más tarde que tú, lo que puede generar mal humor.
Puede mejorar tu salud física
Tu cuerpo tiene una sensación de seguridad y como resultado se están produciendo cambios positivos en él. Puede disminuir la presión arterial, fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación.
Tu salud mental y emocional mejora.
La ansiedad se reduce a medida que te sientes más relajado y seguro. Con el tiempo, te resultará más fácil hablar con tu pareja de todo, de los problemas y de la felicidad. Te sentirás más feliz.