fbpx

Revista Ciudad #166

El teatro de calle es probablemente la forma de teatro más antigua y también uno de los entretenimientos más atractivos en los días cálidos de la ciudad, y al mismo tiempo tiene una nota social única, ya que es accesible a todos los amantes del teatro, incluso aquellos que no pueden permitirse el lujo de visitar de una forma u otra tales instituciones formales.

Tanto el público como los artistas provienen de diferentes orígenes. clases sociales, culturas, nacionalidades... la interacción mutua es, pues, de todos y para todos los que quieran mirar, participar, mostrar. Sobre todo es fácil gran medio, que sin concesiones critica, recuerda, sigue, visualiza, ríe, relaja, activa, experimenta, enriquece ... En algunas ciudades europeas más antiguas, los teatros callejeros ya son una característica habitual, ya existe un espacio definido informalmente para el evento, y para cada artista es también un desafío cómo ganarse el cariño del público con el mimo, la danza, actuación y el género de la actuación. Aquí, la crítica no tiene censura, es inmediata e indiscutible. La performance en sí también puede ser un medio indirecto para los activistas sociales, que intentan abordar, confrontar e involucrar directamente al público en la situación social actual y en el área política del pensamiento a través del trabajo escénico.

Sea como fuere, el hombre de la calle está imbuido de una energía única, de una integridad peculiar y universal, más democrática que la democracia misma. En primer lugar, es el hombre de la calle quien da vida a la ciudad misma, y los roles que desempeña, ya sean espontáneos o moderados, nos permiten mantener el contacto con el niño en nuestro subconsciente. Bueno, ya sabes lo que dicen, si pierdes la curiosidad y los sueños de la infancia, pierdes las ganas de vivir y con qué rapidez las emociones de excitación y alegría pueden restaurarte o dar un nuevo impulso. De lo contrario, si hablamos del arte callejero de las ciudades europeas, como sus observadores o admiradores, podemos diferenciarnos significativamente de aquellos que se perdieron en las calles laberínticas. Tokio, donde el arte callejero alimenta el apetito con cosplay excéntricos, conciertos de gritos y actuaciones extrañas, mientras que al otro lado del océano se nos ofrece una forma de comunicarnos diferente, aunque estadounidense. En esta ciudad metropolitana que nunca duerme, los ojos están fijos en las luces parpadeantes de Broadway, los clubes de jazz y los deliciosos restaurantes. Por supuesto que estoy hablando de Nueva York y el pequeño secreto de todo neoyorquino es que la vida nunca es ocupada a pesar de la ostentación o la crisis financiera. Podrás leer qué encantos nos ofrece la gran manzana y el street art si pasas unas páginas, pero sobre todo, no olvides que el precio de una entrada de teatro de calle es una moneda en un sombrero..

166 - Revista Ciudad - 3-17 DE JUNIO DE 2013 por Revista de la ciudad

contigo desde 2004

Del año 2004 investigamos tendencias urbanas e informamos a nuestra comunidad de seguidores diariamente sobre lo último en estilo de vida, viajes, estilo y productos que inspiran con pasión. A partir de 2023, ofrecemos contenido en los principales idiomas del mundo.