Aston Martin ha presentado el Aston Martin DBX S, el SUV no eléctrico más potente del mundo. Con 717 CV y 900 Nm de par y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos, este super SUV combina potencia brutal con lujo.
En un mundo donde los SUV ya no son simplemente furgonetas familiares espaciosas sino brutales guerreros de la carretera, Aston Martin sigue demostrando que el estilo británico puede ser mortalmente rápido. Aston Martin DBX S Se basa en el ya conocido DBX707, y con la ayuda de ingenieros de Valhalla (un modelo de superdeportivo, no los cielos nórdicos) exprimieron aún más potencia del mismo motor V8 biturbo de 4.0 litros: ahora 717 hp (527 kW). El par se mantiene en 900 Nm, lo que significa que este vehículo está listo para destrozar el asfalto... y tu cabello.
La aceleración hasta los 100 km/h tarda sólo 3,3 segundos y la velocidad máxima es de 310 km/h (193 mph). Así que es uno de los SUV más rápidos que el mundo haya visto jamás, sin un ápice de asistencia eléctrica. Éste también podría ser uno de los últimos de su tipo: el último samurái entre espadas eléctricas impecablemente afiladas.
Más ligero, más rápido, más nítido
Aston Martin no sólo aumentó la potencia, sino que también redujo el peso. El nuevo techo de carbono, el más grande que la marca ha utilizado nunca, supone 18 kilos menos. Las ruedas de magnesio de 23 pulgadas aportan un ahorro adicional de 19 kg. Junto con otras medidas, el Aston Martin DBX S pesa 47 kg menos que el DBX707, lo que reduce el peso total a 2.198 kg.
Dado que afecta al techo y a las ruedas, también se ha bajado el centro de gravedad. Los ingenieros también han apretado las tuercas del chasis: el DBX S tiene la misma suspensión que el DBX707, pero con un mejor tacto de la dirección (el mecanismo de dirección es 4 % más rápido) y un radio de giro más pequeño (12 m).
Diseño exterior: Un SUV que grita respeto
El nuevo Aston Martin DBX S no es visualmente sutil. Una enorme parrilla negra, un divisor frontal agresivo, umbrales de nuevo diseño con deflectores de aire y un difusor trasero con cuatro tubos de escape ubicados verticalmente: todo grita velocidad. Este es un Aston Martin que posa descaradamente para las cámaras y las miradas envidiosas.
El interior ofrece un contraste: lujo, tranquilidad y una calidad excepcional. Los asientos de Alcantara, el cuero opcional, las pantallas digitales y el último sistema de información y entretenimiento con un sistema de audio de 800 vatios evocan el lujo de una berlina deportiva. Los emblemas “S” están en todas partes, en caso de que hayas olvidado en qué te has metido.
Aston Martin DBX S: tecnología que aprende de los superdeportivos
El sistema de propulsión se basa en la tecnología AMG, pero con añadidos del Valhalla. Los turbocompresores más grandes y los componentes internos mejorados proporcionan un carácter más agresivo al motor. La transmisión automática de nueve velocidades con un llamado "embrague húmedo" realiza cambios más precisos y la tracción en las cuatro ruedas permite que todo funcione en armonía, o en una tormenta salvaje, si lo desea.
Los frenos del Aston Martin DBX S siguen siendo los mismos que en el DBX707: discos de 420 mm delante y 390 mm detrás de cerámica de carbono, que proporcionan una frenada brutal, sin concesiones.
¿El precio de la exclusividad? más de 240.000 euros
El Aston Martin DBX S es intrínsecamente muy caro. En el Reino Unido el precio inicial es de 210.000 libras, lo que significa que el precio aquí rondará los 240.000 euros, y eso sin extras. Si a esto le sumamos un color único, cuero personalizado, accesorios de carbono y un sistema de sonido de ensueño, podemos superar fácilmente los 300.000 euros.
Sus mayores competidores, el Ferrari Purosangue y el Lamborghini Urus SE, tienen números similares, pero el DBX S tiene su propia esencia: una combinación perfecta de brutalidad y elegancia, y tal vez el último SUV V8 impecable antes de que el mundo se inunde de ruido eléctrico.
Conclusión: un super SUV británico que merece ser admirado
El DBX S no es un SUV para todos. Es para aquellos que quieren algo especial, algo que grite poder pero que huela a cuero y a té fino. Es uno de los raros ejemplos en los que las palabras "deportivo" y "SUV" no suenan como una broma. Tal vez incluso el único todoterreno que conduciría James Bond, si alguna vez tuviera que atrapar a un villano en el auto familiar.
Si tienes una billetera profunda y un corazón para los ocho cilindros, el DBX S es sin lugar a dudas uno de los mejores SUV que el mundo haya visto. Y tal vez, sólo tal vez, el último de su tipo.
