¿No eres del tipo de meditación? ¿Lo encuentras aburrido? Hay otras opciones que conservan la esencia de la meditación, es decir, aquietar la mente y vivir el momento presente, entrenar la mente y volverse más consciente de uno mismo.
La meditación tiene muchos beneficios para el cuerpo; esto se sabe desde las prácticas hindúes hace miles de años. Una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo es meditar.
Desafortunadamente, para muchos, simplemente no funciona, sin importar cuánto lo intenten. Esto no significa que debas renunciar por completo a la meditación y trabajar en ti mismo, es completamente normal que no te funcione o que simplemente no te guste. La meditación no siempre será agradable.
Hay otras formas de aquietar la mente sin meditar. Estos son ejercicios que puedes hacer si la meditación no es para ti.
ejercicio de puesta a tierra
Siéntese erguido, con los pies hacia adelante. Cierra tus ojos y relájate. Imagina las raíces que se extienden desde la última vértebra de tu columna vertebral llegando hasta el suelo y hundiéndose profundamente en él. Sé consciente de tus caderas, concéntrate en ellas, imagina bajando las raíces.
No hay reglas sobre cómo puede verse esta raíz: tiene que verse exactamente como usted piensa. Imagina las raíces descendiendo hasta el centro de la tierra.
El objetivo es calmarte y sentirte conectado con el suelo, ya que eres parte de la tierra. Trate de mantener este sentimiento el mayor tiempo posible. En algún momento perderás la concentración, repite.
ejercicio de ansiedad
Al realizar este ejercicio, se recomienda sentarse en una silla o en la posición turca en el suelo. Primero, preste atención a la corona en la cabeza.
Observe la luz blanca que llega a su cabeza a través de la corona, despejando sus pensamientos ansiosos y calmando su mente. Luego imagina esta luz blanca que viene de tu tercer ojo a tus cejas, limpiando tu energía y conectándote con tu intuición.
Deja que esta luz atraviese cada parte de tu cuerpo. Deje que permanezca más tiempo en las partes donde necesita curación, donde siente dolor. Sea consciente de este dolor e imagine una luz blanca que atraviesa el cuerpo. Limpia cualquier cosa que bloquee tu energía.
Entonces comenzarás a sentir amor, amor por ti mismo, por el mundo, te sentirás seguro, confiado, tranquilo. Cuando la luz blanca pase por tu estómago, sentirás que aumenta tu confianza en ti mismo, te sentirás fuerte y estable.
A medida que desciendes hacia tus caderas, te sentirás creativo, feliz, realizado. Es importante que la luz blanca pase por la parte posterior de la columna, ya que este es uno de los puntos del cuerpo donde se acumula la ansiedad. Bájalo sobre tus muslos hasta la punta de tus dedos.
Concéntrate en tu respiración
Definitivamente no prestamos suficiente atención a la forma en que respiramos. Cómo nos sentimos puede estar directamente relacionado con nuestra respiración, lo que significa que podemos usar nuestra respiración para calmarnos. Hay un ejercicio de respiración simple llamado 4-4-8.
Mientras inhala, cuente hasta cuatro, contenga la respiración, cuente hasta cuatro. Y cuando exhales, entonces alarga la exhalación hasta contar hasta ocho. Repite tantas veces como creas necesario. Después de este ejercicio, se sentirá relajado, como si estuviera respirando más fácilmente.